domingo, junio 11, 2006

De un salto en tu sentido

Saltar y quedar debajo del cielo,

ese mismo cielo, el que no conocemos.

El cielo tuyo solo y a veces mio contigo.


Sacar la historia de las prendas sucias

sacudirlas contra el tiempo

tal si el mismo tono oscuro, ese mismo, ése.

Del contraste de tu rostro lleno.

Ese aval de Dios que es nocturno y dos lunas.




Noche tan de noche




Y puede que sin saberlo

esté presente en otros yo mismo.

Pues el que acaricia el campo

no es sólo el viento, también la cordillera, la rampa de humedad.

Árboles del patio ajeno también.

Esa parte del todo convocada a la suerte,

se irá también el nombre que olvidarás pronto.


Te lloveré hoy mismo por madrugada.

Esa parte mía que sólo nunca te amarre en historias.


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