jueves, mayo 25, 2006

La canción de cuna es invierno

...







el vaso medio vacío


El amén de los platos rotos

la leche que besa al piso y se va de risa en nuestra cara,

el cada día que no alcanza para el de vez en cuando.



Esta paz de la sábana insomne,

esa que suspira cada esquina,

las mil y una noches de un corazón viejo de nacimiento.

Quiérame la misma corriente una trayectoria fuera de la vida.


Qué era eso que me contenía lo inabarcable,

esa sustancia, que sólo ha de describirse

desde el punto en que ya no está.

Esa tierra de ese adobe de esa perdida belleza.

Qué dejadas a su suerte esas mismas creencias

que fueron para siempre un corto tiempo,

el mismo que es un delgado filamento yuxta-ahora,

esa sutileza tatuada a sangre,

eso de le inestable eso de lo inminente

eso de lo esta piel no es mia, este hálito me sobra.

Cómo se ruega al alto cielo el deber

lo vital que suele resultar seguir creyendo?


En qué se transforma un pilar cuando

se está dentro de él?


En qué se transforma la vida

cuando te exige vivirla?


En qué parte se puede estar

cuando ya nos hemos ido?



.



El vuelo de la nocturnidad me escucha,

durante el día ya no me pueden ver.



.


1 Comments:

Blogger c. said...

me gustó oír los suspiros de la sábana... y después me quedé pensando que anoche escribí algo sobre la espera, sobre la leche siempre con nata y pensé que quizás te lo había leído, saludos, c.

5/28/2006 2:32 p. m.  

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