Impostores
Esos que llevan mi nombre bordado,
que a ratos se visten de blanco.
Los que trotan tres veces por semana
y no gritan los goles el fin de semana
para no calentar la sangre, el aire.
Esos que de corbata y bata parecen caballeros,
esos que sólo sonríen a las adolescentes
en vez de tirarle unos de Baudelaire.
Algunos que duermen cuando oscurece,
y esos que se han mirado alguna vez al espejo.
Esos que les da lo mismo la ortografía,
y que hal leído por deporte El Mercurio.
Algunos que se cansan en noches de piel,
y al otro día no quieren otra tanda, o dan besos en la frente.
Esos que lucen mi rostro sonriente,
que se salven.
Hay un cazador que tiene su cuerpo, su fascie,
su humedad y cicatrices.
Pero no su calma y gesto.
Más bien vocación de pulsos rápidos y galopes sin montura;
piel de lobo y dientes como tal.
Hambre de niño y suerte de viejo,
y por si fuera poco,
ganas de morir
como se vive.
Y nada más.
...
..
.
que a ratos se visten de blanco.
Los que trotan tres veces por semana
y no gritan los goles el fin de semana
para no calentar la sangre, el aire.
Esos que de corbata y bata parecen caballeros,
esos que sólo sonríen a las adolescentes
en vez de tirarle unos de Baudelaire.
Algunos que duermen cuando oscurece,
y esos que se han mirado alguna vez al espejo.
Esos que les da lo mismo la ortografía,
y que hal leído por deporte El Mercurio.
Algunos que se cansan en noches de piel,
y al otro día no quieren otra tanda, o dan besos en la frente.
Esos que lucen mi rostro sonriente,
que se salven.
Hay un cazador que tiene su cuerpo, su fascie,
su humedad y cicatrices.
Pero no su calma y gesto.
Más bien vocación de pulsos rápidos y galopes sin montura;
piel de lobo y dientes como tal.
Hambre de niño y suerte de viejo,
y por si fuera poco,
ganas de morir
como se vive.
Y nada más.
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